¿Cómo dicen, muchachos?
¡Feliz Navidad!
Yo,
el último de todos tus amores
Yo,
el loco aquel que nunca te olvidó Hoy,
te mando estas veinticinco flores
Recíbelas,
mujer,
no digas no Ponles agua fresca en un jarrón
Llévalo al bulo junto a tu cama
Si un día siente frío tu corazón
Recuerda,
mujer,
que alguien te ama Y ponles agua fresca en un jarrón
Y por lo que quieras,
se discreta Si alguien te pregunta de quién soy
Tú sabrás si escondes mi tarjeta
¡Es suya!
¿Quién me duerma?
No lo soy yo
Es el acompañamiento más bonito que yo conozco ¡Maestro!
Sí,
te sé bien ocupada con tus cosas
Y,
perdóname si algo interrumpí,
Oh,
mandándote estas veinticinco rosas,
las horas que a diario pienso en ti.
Ponles agua fresca en un jarrón,
llévalo al buró junto a tu cama,
si un día siente frío tu corazón,
recuerda mujer que alguien te ama.
Ponles agua fresca en un jarrón,
cuando te quieras se discreta
si alguien te pregunta de quién soy
tú sabrás si escondes mi tarjeta
Bien.
Luces,
vierven a mi gente.
¿Cómo se puede complacer la empresa?
A ver, Madalajara, para arriba.
¡Eso!
Es bonito, gracias.
Es bonito recordar cuando hay cosas hermosas que recordar.
Ojalá que mis canciones les traigan bonitos recuerdos.
Pero afortunadamente no tenemos que vivir solamente de los recuerdos.
Hay cosas actuales.
Ustedes hacen que sucedan cosas hermosas con mis canciones.
Yo nada más las escribo,
ustedes deciden qué pasa con ellas.
Gracias.
¿Cómo dice, maestro?